UNA PRINCESA EN EL RÍO DE TAMBO – 2019 – POR EST. MITZY ALICIA GOMEZ ALBERTI

By | 21 agosto, 2019

Estudiante Mitzy Alicia Gomez Alberti del 1″A» de secundaria…. GANADORA DEL CONCURSO DE JOSE MARIA ARGUEDAS CATEGORIA CUENTO…..felicitaciones también a su maestra y guía, la Prof. Nancy Perochena.

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UNA PRINCESA EN EL RÍO DE TAMBO

Juan era un joven alto y de noble corazón. Vivía en el Valle de Tambo hace más de 10 años. Cierto día mientras caminaba por todo el valle se acercó a las aguas del más bello río del mundo, y vio que estaba siendo contaminado.
Se dio cuenta que extrañamente esta contaminación era provocada por un proyecto que ni siquiera se había iniciado. Entonces se le ocurrió invitar a todos los pobladores del Valle para tener una reunión y hablar del problema. Todos aceptaron.
Cuando estaban reunidos, Juan dio unos pasos cerca del río y todos los pobladores sorprendidos con lo que miraban empezaron a escucharlo:
-¿Cómo puede ser esto? – Preguntaba Juan. Algunos líderes de este proyecto hablan de contaminación cuando no se han dado cuenta de sus consecuencias. – Continuó.
Todos empezaron a dar ideas a favor de que el proyecto quizás funcionaría. En realidad, querían obtener trabajo y mejores oportunidades de vida. De pronto, todos escucharon una voz que provenía del fondo del río.​
Muy asustados se acercaron al río y salió de allí una bella Princesa que tenía una malformación en el cuerpo provocada por la contaminación que ya había en el lugar.
-Ipa type yender noun letter noun kawsaq.-Dijo la Princesa.
Los pobladores no entendieron lo que ella decía. Juan sí entendió.
-Trata de decir: “Por favor, ayúdenme a mí y a los seres vivos de este río”.
Todos sorprendidos por lo que veían y escuchaban dijeron que sí, que sí ayudarían a la Princesa. Un poblador se puso de pie y gritó muy fuerte:
-¡Hay que luchar!
-Chaymantami ñukanchikka ñukan chikta mana ri ushashunchu.- Respondió la Princesa.
Juan atentamente la escuchó:
-Tiene razón, hay que hablar con los dueños del proyecto, pero hay que apurarnos sino en el futuro no habrá nada, sólo quedará un proyecto con el que estuvimos en contra.
La princesa podía comprender a Juan y él a ella.
Todos en grupo fueron a hablar con los encargados del proyecto. De pronto, salió un hombre.
-Buenas tardes, como verán yo soy el responsable de todo el proyecto.
Juan se presentó y dijo:
– ¿Por qué están aquí?
El responsable del proyecto defendía que no cancelen la obra y agregó:
-La minería puede convivir con la ganadería y agricultura.
-¿A caso usted no se ha dado cuenta que ese río es único y cada vez que lo contaminan matan la vida de un montón de animalitos?-Dijo Juan muy molesto.
El hombre no daba la cara, se volteó y se marchó.
Juan muy triste por no lograr que el proyecto sea cancelado, habló con la bella Princesa.
-Tranquilo. Lo malo es que no podemos irnos porque todo está aquí: si el río desaparece; nosotros, también. – Dijo la Princesa.
Repentinamente la princesa ya no hablaba quechua; Juan sorprendido le dijo:
– Voy a ver que más podré hacer para salvarnos.
Juan se fue a su casa para ver qué más se podía hacer.
Mientras tanto, se hacía noche y el responsable del proyecto no podía dormir pensando en los seres vivos que vivían en ese río y por qué era especial, qué secretos escondía. Pensó que tendría que saber más sobre ese lugar.
Al día siguiente…
El encargado se alistó y salió en busca de más información de ese bello río de Tambo. Cuando llegó vio sorprendido a la bella Princesa parada cerca del río. La joven lo vio y asustada desapareció en el fondo de las aguas.
El hombre admirado con su belleza la siguió hacia las profundidades. Al ver cómo era ese lugar se quedó sorprendido por lo sano del aire, las plantas, los animales y las personas que allí vivían. Supo entonces que debía cancelar el proyecto.
-¿Qué pasó? ¿Por qué entraste al río como si nada?- Preguntó el hombre a la Princesa.
-Yo soy la que protege este bello río, pero ahora tendré que irme con todos los seres de este valle antes de que todos mueran. No quedará nada.
-¿Por qué?-Preguntó el hombre.
-Es que como vez este río está siendo contaminado por un proyecto que se dará y que ni siquiera empezó. Cómo sería el día en que todo empiece.
-Lo siento, si tan solo hubiera hecho caso a esos jóvenes que fueron a hablar conmigo el día de ayer. Todo es mi culpa… Yo soy el responsable y el que maneja en dónde se hará el proyecto.
-Tranquilo, aún estamos a tiempo de impedirlo.
-¡No! ¡Espera! Al ver lo bello que es el río decidí cancelar el proyecto.
Apurado se dio cuenta que anochecía y corrió donde unas enormes máquinas calentaban sus motores.
Empezó a llamar a un grupo de empresarios que apoyaban el proyecto. Todos escucharon lo ocurrido y aceptaron cancelar todo, menos uno. Era Mauro, uno de los empresarios más poderosos.
El responsable del proyecto tuvo que explicarle el problema, pero a Mauro no le importaba. Entonces, se acordó que era lo mismo que él pensaba antes y después de un rato se le ocurrió la idea de llevarlo al río para que vea a la joven Princesa.
Al verla, Mauro decidió que tenían que cancelar el proyecto. Además, se propusieron limpiar el río, al verlo admiraron su belleza y lo que había dentro de él. Todos muy felices aceptaron irse para siempre de ese lugar y celebraron con un chupe de camarones y unas copas de vino de uva moscatel, todo producido en ese hermoso lugar.

“Gea”

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