En una ciudad, cada número telefónico es de la forma (abcde) ̅ (es decir, tiene 5 dígitos) y para que sea considerado válido se debe cumplir que 3 a + b + 3c + d + 3e es múltiplo de 10. Por ejemplo, 23289 es un número válido porque 3×2+1×3+3×2+1×8+3×9 = 50 es múltiplo de 10. Por otro lado, 11111 no es un número válido porque 3×1 + 1×1 + 3×1 + 1×1 + 3×1 = 11 no es múltiplo de 10. Esta forma de asignar los números telefónicos tiene varios beneficios, uno de ellos es que si se intercambian de lugar dos dígitos adyacentes casi siempre se puede deducir cuál era el número inicial, sin tener la información de cuáles fueron los dígitos intercambiados. Por ejemplo, mientras Andrea dictaba su número telefónico a una amiga, por error intercambió dos dígitos adyacentes y su amiga escribió 24765. ¿Cuál es el número telefónico de Andrea?